La eficiencia de las prácticas de nutrición es evaluada mediante la cuantificación de la concentración de nutrientes en la solución del suelo y en la planta, lo que es conocido como seguimiento nutricional. Debido a que la planta absorbe exclusivamente nutrientes de la fracción líquida del suelo, se instalan a diferentes profundidades sondas de succión que simulan la absorción de las raíces y se colectan muestras de la solución del suelo. De esta forma es posible entender cuánto del fertilizante aplicado y cuanto del suplemento nativo de nutrientes está disponible para ser absorbido por el cultivo. La eficiencia de metabolización de los nutrientes (absorción + asimilación) es verificada mediante el uso de análisis foliares estándares o específicos. La correcta interpretación de los resultados ayuda a estimar la capacidad del suelo para proveer nutrientes a la planta y realizar un diagnóstico del estatus nutricional del cultivo.